Castilla-La Mancha es tierra de tradiciones, y sus plazas de toros son una clara manifestación de su riqueza cultural. Desde las pequeñas plazas en pueblos pintorescos hasta los grandes recintos de las capitales de provincia, cada espacio guarda historias de gloria, sacrificio y arte.
Además de su importancia arquitectónica, estas plazas son el escenario perfecto para eventos que enaltecen el espíritu taurino de la región. Su diseño y ubicación las convierten en puntos de interés cultural y turístico.
En un recorrido por las plazas de Castilla-La Mancha, también encontrarás elementos como:
En definitiva, las plazas de toros en Castilla-La Mancha son mucho más que recintos para las corridas; son verdaderos patrimonios culturales que mantienen vivo el legado de una tradición centenaria.